Lavar el auto en seco es una técnica muy reciente y también muy diferente en comparación con el lavado tradicional, pero no por ello menos efectiva.

Los productos de limpieza ecológica (lavado en seco), han sido elaborados específicamente para la limpieza de la superficie del auto desde su invención y desarrollo. Contrario a los detergentes, espumas y solventes que actualmente se ocupan en el lavado tradicional y cuya formulación no dista mucho de lo que cualquier ama de casa ocupa para trapear el piso, incluyendo el método de aplicación: enjuagar, enjabonar, tallar. enjuagar y, finalmente secar.

Era de esperarse que para la aplicación de los productos de limpieza ecológica algo tenía que cambiar, no solo en el contenido de las fórmulas, también en la aplicación, y es aquí donde te contaremos los errores más comunes al aplicar esta nueva tecnología.

Usa la microfibra correcta.

Las franelas de algodón, o los paños de tejido reticulado atrapan entre sus fibras muchas partículas de suciedad que a la larga rayan la pintura en los vehículos. Son elementos que desde siempre han acompañado a los autolavados convencionales pero que están prohibidos en los autolavados ecológicos, donde en lugar de éstos se ocupan paños de microfibra.

La microfibra esta hecha de poliamida, un material bastante flexible y resistente pero que también se deteriora con el uso de algunos químicos y se deforma con el calor. Así que requiere ciertos cuidados durante su utilización que se describen más adelante.

Ocupa un buen paño de microfibra.

En el mercado existe una gran variedad de paños de microfibra, sin embargo no todos son buenos para la limpieza en seco.

Un paño adecuado deberá tener una densidad importante de microfibras en su superficie, para atrapar la mayor cantidad de suciedad, además de que éstas deben ser lo suficientemente largas para alcanzar la suciedad e impedir que ésta regrese a la superficie.

No uses microfibra sucias.

Un error muy común es utilizar microfibras con bastante suciedad. Una microfibra que no esté lo suficientemente limpia guardará entre sus fibras excedentes de suciedad, dejando las partículas más grandes, y por lo tanto, más propensas a rayar la superficie en su exterior. 

Así también una microfibra que no se lave correctamente perderá sus propiedades, ya que las ceras y siliconas que contienen los productos de lavado en seco tienden a acumularse y solidificarse en su interior.

Rocía bien la superficie.

Los productos de limpieza ecológica se aplican por aspersión y es muy importante que ésta sea homogenea utilizando un buen atomizador para cubrir perfectamente la superficie y no desperdiciar producto. 

Este tipo de productos se deben dejar actuar sobre la superficie algunos segundos para mejores resultados,

Recuerda que rociar muy poco producto impedirá actuar a sus agentes de limpieza y rociar demasiado no hará una mejora significativa.

Trabaja en áreas pequeñas.

Debido a la evaporación de los productos de limpieza en la superficie lo recomendable es trabajar en áreas pequeñas y por fases.

Evita en lo posible cubrir áreas mayores a un metro cuadrado cada vez. También considera que debes empezar desde el techo del vehículo hacia abajo para dejar descender la suciedad por los costados.

No limpies el vehículo a altas temperaturas.

Otra mala práctica al ocupar éstos nuevos materiales es ocupar las microfibras sobre la superficie del vehículo cuando aún esta demasiado caliente, pues el calor literalmente derrite las finas fibras de estos paños deformándolas, y apelmazándolas con lo cual pierden su forma original y función de absorción de suciedad.

Bajo ninguna circunstancia debe limpiarse el vehículo al sol, una práctica que hasta los lavadores más experimentados evitan pues la pintura se daña con los cambios bruscos de temperatura además de ser el peor escenario para que hacer este tipo de trabajos.

Usa el sentido común en los vehículos con exceso de lodo.

Remover lodo en exceso solo con el líquido lavador y la microfibra es algo bastante absurdo. En primer lugar porque para disolver el lodo se requiere una gran cantidad de líquido y en segundo lugar porque la microfibra no tiene la capacidad suficiente para absorber toda la suciedad. Para éstos casos siempre se utiliza un método alternativo de limpieza (con agua o en seco)  previamente.

Lo barato sale caro.

Si bien es cierto que las siliconas vinieron a revolucionar el mercado proporcionando un brillo inigualable. Actualmente es una mala práctica de los fabricantes de productos supuestamente ecológicos que reduce la vida útil de las microfibras, además de no proteger la superficie del vehículo durante el proceso de limpieza.

¿Cómo sabemos si el producto que estamos ocupando las contiene en exceso? Los productos excesivamente siliconados son fáciles de detectar porque además de ser los más baratos, dejan marcas de paño que se quitan hasta después de varias pasadas con algo de esfuerzo, así también el brillo desaparece al día siguiente revelando los rayones causados por no contener suficientes elementos en su fórmula que protejan las superficies durante la limpieza.

Cuidados al lavar la microfibra.

Lavar la microfibra después de su uso no es cualquier cosa. Tratar de lavarla con agua caliente deforma sus fibras y éstas pierden la capacidad de retener la suciedad. Así también el uso de algunos detergentes arruina la composición de la poliamida en cada lavada. Lo mismo ocurre con los suavizantes de telas, de hecho su uso no es recomendado por los fabricantes de microfibras.

Ocupa una buena fórmula.

Un componente importante en los productos de lavado ecológico desde siempre han sido las ceras (de abeja, carnauba y parafinas principalmente) sin embargo un producto mal formulado nos podría dar diversos problemas.

Si contiene emulsiones de baja calidad no alcanzará los resultados que esperamos, dando acabados de aspecto grasoso en el mejor de los casos o causando rayaduras en el peor.

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